Gracias a la tesis que estoy realizando sobre archivos olímpicos, enfocados en los casos de estudio de Los Ángeles 1984, Barcelona’92, Londres 2012 y París 2024, estoy descubriendo otras realidades archivísticas deportivas, las cuales sirven como divulgación de casos de buenas prácticas. Una de estas realidades, es el caso griego del Comité Olímpico Helénico.
Con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, el Comité Olímpico Helénico (COH) decidió reforzar y promocionar sus archivos históricos, así como la clasificación del archivo de la Academia Olímpica Internacional (IOA). Cabe destacar que Grecia es un territorio clave dentro del imaginario olímpico (idea clásica de Olimpíadas, Olimpia y el encendido de la antorcha, etc.) y estos dos organismos han ejercido un papel ponderante dentro del Movimiento Olímpico. El COH jugó un papel muy importante en el impulso y la renovación de los JJOO modernos, ostentando su poder más allá de lo deportivo. Su peso fue decreciendo con la creación de la Federaciones Internacionales de los respectivos deportes.
El archivo del COH es uno de los más importantes archivos deportivos y olímpicos existentes. En 1999, a través del impulso de Nikos Filaretos (presidente de la IOA), se empezó a trabajar en la clasificación, registro y preservación del archivo histórico del comité según principios de tratamientos archivísticos. El archivo se trasladó del estadio Panathinaikó (dónde se encontraba en un ecosistema de conservación inadecuado), a un área de conservación idónea para la documentación, construida expresamente para este objetivo. Este espacio, además, tiene el espacio correcto para que investigadores y trabajadores desarrollen sus tareas.
El archivo contiene un amplio abanico de tipologías documentales en diferentes soportes, conservando documentación con más de un siglo de edad. Existía una mala praxis en materia de conservación, hecho que provocó daños y deterioro en los documentos. Ante tal situación, se decidió aplicar una metodología correcta para preservar los documentos y conservar el archivo a largo plazo, usando materiales de archivamiento idóneos y reglados.
El proyecto de salvaguarda del patrimonio documental pasó por aplicar complejas tareas de tratamiento y restauración de los documentos, además de aplicar políticas de microfilmación y digitalización para preservar la información que contienen los mismos según la ISO 9660, conservándose en formato TIFF (formato recomendado para la conservación a largo plazo y garantizar la accesibilidad).
Banou, Penelope. (2002). “Storing, Preservation and Conservation of The Hellenic Olympic Committee”. En: International Olympic Academy (Ed.). Archives and History of The Hellenic Olympic Committee. (pp. 145-155). Atenas: International Olympic Academy.
Luis Sánchez
@luisSlopez21