Los mega eventos deportivos, y especialmente los Juegos Olímpicos son acontecimientos que van más allá del terreno deportivo, convirtiéndose en espectáculos ligados a la industria del show business. Si hablamos de ciudades que han albergado los Juegos Olímpicos, sin duda, Los Ángeles aglutina magistralmente la cultura deportiva con el espectáculo, gracias a la industria hollywoodiense, denominación de origen de la ciudad del Sur de California. Muy acertadamente, Eva Kassens-Noor (2020) califica a la ciudad angelina como una ciudad olímpica única, precisamente por completar su tradición olímpica con ser la capital mundial del espectáculo. Y si hablamos de espectáculo, Disney y Mickey Mouse coparían el primer lugar en ese mundo mágico.
© The Southern California Committee for the Olympic Games
Los Ángeles albergará por tercera vez unos Juegos Olímpicos en 2028, siendo su primera vez en 1932 y posteriormente en 1984, ambos con un alto simbolismo dentro del Movimiento Olímpico por su exitosa organización.
En 1932, la ciudad desarrollaría una transformación tanto en lo urbanístico como en lo deportivo, considerándose unos Juegos salvadores para el Movimiento Olímpico, gracias en parte, a la magnífica organización y al esfuerzo de las élites californianas para que el evento fuese un éxito, dejando un legado que perdura hasta nuestros días. Todo ello, destacando el contexto de la Gran Depresión que se vivía en territorio estadounidense. Los diferentes estamentos públicos, no invirtieron en la organización del evento, teniéndose que financiar gracias a las aportaciones, entre otros, de los magnates de la industria cinematográfica como Louis Mayer (presidente de la Metro Goldwyn-Mayer). Los magnates de la industria de Hollywood vieron una oportunidad para participar en un evento global. Hasta esos momentos, se convirtieron en los Juegos Olímpicos más glamurosos, incluyendo el estreno del primer film de Tarzán, interpretado por el campeón olímpico Johnny Weissmuller y estrellas como Buster Keaton y Marlene Dietrich hicieron su aparición apoyando el evento.
También Disney tuvo su papel en ellos. A través del cortometraje Barnyard Olympics (Las Olimpiadas de Mickey, 1932), la productora de dibujos animados homenajeaba a los Juegos angelinos con un tono cómico de las pruebas deportivas, acabando con una gran prueba de obstáculos sobre todo para el gran Mickey Mouse, animado desde las gradas del ficticio “Memorial” por Minnie.
En los JJOO de Invierno de 1960, celebrados en Squaw Valley (Nevada-California, Estados Unidos), la ceremonia de apertura fue encargada a Walt Disney, escenificando la belleza paisagística del enclave cercano al Lago Tahoe. La ceremonia acrecentó aún más el presupuesto desorbitado que supusieron esa edición de los Juegos Olímpicos de Invierno. Cabe recordar que las infraestructuras de la estación tuvieron que ser adecentadas y adaptadas para albergarlos.
Llegamos a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, nuevamente, unes Juegos salvadores para el Movimiento Olímpico tras la etapa negra entre 1972 y 1980. El gran gestor de esos Juegos, Peter Ueberoth y el LAOOC, a través del encargado en la metería David Wolper, contrataron a la Walt Disney Productions la ceremonia de apertura. La gestión del evento iría a cargo de Bob Jani, (especialista en organización de Súper Bowls). Bob no era del agrado de Peter, y sobretodo después de que la Walt Disney consideraba muy bajo los 5 millones de dólares del presupuesto dedicado a la ceremonia. Finalmente, el acuerdo se rompería (Ueberoth, 1986). La gestión económica de Los Ángeles 1984 generaron un superávit de 215 millones de dólares, un hito conseguido por primera vez en una organización de unos Juegos. Ni siquiera el poder de Disney pudo con Peter Ueberoth, el cual tenía las cuentas muy bien ajustadas.
A pesar de no organizarla Walt Disney Productions, la ceremonia de apertura no dejó de ser hollywodiana en el más extenso significado de la palabra, no exenta de patriotismo y brillantez. Noventa mil personas levantaron la tarjeta de sus asientos, formando las banderas de los 140 países participantes. Y sin duda, lo más destacable (aparte del encendido de la llama olímpica por parte de Raffer Johnson) fue la aparición del Rocket Man volando por el Memorial Coliseum. Hasta el mismo presidente saliente Lord Killanin, dijo que era lo mejor que había visto nunca.
Luis Sánchez López
@luisSlopez21
Bibliografía:
Kassens-Noor, Eva. Los Angeles and the Summer Olympic Games: Planning Legacies. Baden: Springer Open, 2020.
Ueberroth, Peter. Los Ángeles 1984: Made in America. Barcelona: Grijalbo, 1987.
¿ Será el estadio Olímpico sede por tercera vez?
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Hola Margaretta. Si el Memorial será la tercera vez que haga esa función.
Saludos!
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