¿Qué fue la Olimpiada Cultural?
La Olimpiada Cultural de Barcelona’92 fue un ambicioso programa cultural paralelo a la organización y celebración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Barcelona’92. En la candidatura de la ciudad para albergar los Juegos y que culminó con aquel inolvidable 17 de octubre de 1986, con la palabras de Juan Antonio Samranch <<A la ville de Barcelona>>, ya se presentó el programa cultural. El objetivo prioritario de la Olimpiada Cultural fue la de potenciar el patrimonio artístico de la ciudad y convertirla, durante cuatro años, en un centro cultural de máxima atracción internacional. Este objetivo se vio reflejado en el dossier de candidatura presentado en Lausana, concretamente en la respuesta a la pregunta número 13 del cuestionario del Comité Olímpico Internacional: “Haremos más y mejor que nadie, haremos una Olimpiada Cultural de cuatro años de duración”. Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos modernos, se realizaría una Olimpiada Cultural que duraría cuatro años, siendo lo habitual hasta la fecha la realización de un Festival Olímpico de las Artes durante el período estival de la celebración de los Juegos Olímpicos.
La Carta Olímpica, en el punto 39 (Programa cultural) del capítulo 5, define que “el Comité Organizador organizará un programa de manifestaciones culturales que deberá cubrir, mínimamente, todo el período de inauguración de la Villa Olímpica. El mencionado programa será sometido a la aprobación previa de la comisión ejecutiva del CIO”.
El ámbito cultural en Cataluña vivía en aquellos tiempos una confrontación entre las administración municipal y autonómica, en la cual, el pacto cultural de 1985 para consensuar la política cultural de Barcelona y Catalunya no llegó a buen puerto. En el ámbito estatal, los esfuerzos culturales se encaminaron hacia la celebración del 5º Centenario del Descubrimiento de América y la Exposición Universal de Sevilla, y, por tanto, la participación de los estamentos estatales se limitó meramente a representación institucional.
Ante tal contexto, la Olimpiada Cultural partía como un proyecto ambicioso que gozaba de una ilusión gigante, pero con poco apoyo por parte de las administraciones. El proyecto fue liderado por Pep Subirós y Margarita Obiols, teniendo las figuras de Mario Gas y Alberto García Espuche como directores culturales, en primero, en el ámbito de los diferentes festivales de otoño; y el segundo para liderar y comisionar las exposiciones de recuperación histórica de la tradición modernista.
El concierto “La Nit”
La Olimpiada Cultural se inició el 8 de octubre de 1988, con el mítico concierto “La Nit”, en el cual se viviría uno de los momentos más icónicos de la XXV Olimpiada, cuando Freddie Mercury y Montserrat Caballé interpretaron la canción Barcelona delante de la Font Màgica de Montjuïc. El concierto también contó con las actuaciones de artistas internacionales como Spandau Ballet, Suzane Vega y Jerry Lee Lewis; así como los locales Josep Carreras, Joan Manuel Serrat o Camarón de la Isla, entre otros.
En el imaginario colectivo, se tiene la imagen errónea de que Freddie Mercury actuó en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, pero la leyenda había muerto en noviembre de 1991. Incluso, el mítico concierto de homenaje celebrado en su memoria en Wembley, se había producido meses antes de aquel verano olímpico, concretamente, en abril de 1992. La mencionada canción Barcelona, ya la habían interpretado en 1987, en un festival en Ibiza, organizado por el promotor musical italiano Pino Sagliocco, el cual tuvo un papel trascendental en “La Nit”. Freddie Mercury, por su parte, también se implicó profundamente en el concierto, siendo un enamorado de Barcelona y de Montserrat Caballé.
El programa de televisión que resultó del concierto, fue producido por Ken Erlich de Tyne Tees TV, de Gran Bretaña, y dirigido por Gavin Taylor, premiado con la medalla de oro, en la categoría de programas musicales especiales, en International Film & Television Festival of New York de 1989.
En el siguiente enlace, se puede visionar el concierto:
https://bcnroc.ajuntament.barcelona.cat/jspui/handle/11703/96594
Principales eventos del programa de la Olimpiada Cultural
1.- Los Festivales de Otoño
Dirigidos por Mario Gas, se celebraron tres ediciones (1989, 1990 y 1991), que consistían en festivales de música, danza y variedades; con artistas y compañías locales e internacionales de primer nivel.
Destacó el BarceWomad, que se repitió durante los cuatro años de Olimpiada Cultural, un festival de músicas del mundo, con artistas de los cinco continentes, y que se convertiría en un referente. En la edición de 1989, el artista irlandés Van Morrison abriría el festival.
Por otro lado, la carpa Bardelona, que se situó en diferentes puntos en los sucesivos años (Parc de la Ciutadella y final de Las Ramblas), acogería espectáculos de variedades que se alargaban hasta altas horas de la madrugada.
2.- Exposiciones
La Olimpiada Cultural se caracterizó por organizar un conjunto de exposiciones novedosas y de alta calidad. Entre las exposiciones y exhibiciones destacaron El Quadrat d’Or (exhibida en La Pedrera) y El Modernisme, ambas con el objetivo de revivir y reavivar la tradición modernista de la ciudad, un hecho que sigue siendo actualmente uno de los puntos de interés de los visitantes a Barcelona.

También destacaron las exposiciones Planeta Esport; Barcelona, la ciudad y el 92, en la cual se proyectaba la transformación urbanística de la ciudad o Casa Barcelona, que se convirtió en referente del diseño vanguardista.
3.- El Festival Olímpico de las Artes (FOA)
La Olimpiada Cultural culminó con el FOA, un extenso programa que tenía sus antecedentes en los comentados Festivales de Otoño, celebrados los años anteriores.
El FOA contó con un Consejo de Honor, presidido por la Reina Sofía y que contó con las siguientes figuras ilustres: Juana de Aizpuru, Plácido Arango, Daniel Barenboim, Anthony Caro, Josep Carreras, Marta Casals Istomin, Josep Maria Castellet, Camilo José Cela, Eduardo Chillida, François Daulte, Andrew Dempsey, Pere Duran Farell, Núria Espert, Robert Fitzpatrick, Josep Maria Flotats, Carmen Giménez, Joan Guitart, Barbara Hendricks, Robert Hughes, Quincy Jones, Jack Lang, Peter Ludwig, Adolfo Marsillach, Renato Nicolini, Jacques Oudot, Lluís Pasqual, Octavio Paz, Xavier Rubert de Ventós, Jorge Semprún, Jordi Solé Tura, Antoni Tàpies y Carlo Tognoli. El mítico productor musical Quincy Jones visitó la ciudad, siendo recibido por el alcalde Pasqual Maragall, el cual le hizo entrega de un Cobi metálico.
Durante los días olímpicos del verano de 1992, tanto los visitantes foráneos como los ciudadanos barceloneses, pudieron disfrutar de una gran oferta artística y cultural. Cal reivindicar la multiculturalidad que tuvo su programa, un acierto total por parte de la organización. El marcado sentido multicultural, iba en sintonía con el carácter de la ciudad de Barcelona. Si fuiste uno de los afortunados que vivió la Barcelona olímpica durante aquel verano de 1992, podías disfrutar de espectáculos que iban desde las músicas del mundo en el WOMAD; hasta el carácter latino representado en la Noche de la Salsa, o las diferentes manifestaciones artísticas y vanguardias provenientes de toda Europa. Una riqueza artística y cultural sin precedentes en otros Festivales de les Artes Olímpicos. Desde Frank Sinatra hasta B.B. King, pasando por Celia Cruz o Ketama, actuaron en diferentes escenarios de la ciudad.
La carpa Bardelona y el Womad formaron parte del programa del FOA, así como el Grec’92, que se convertiría en un referente de animación en las calles y playas de Barcelona.
Se estima en más 460 mil los asistentes a los diferentes espectáculos del FOA.
El legado
La idea inicial de la Olimpiada Cultural ejecutada durante los cuatro años, fue la de invertir en el programa cultural, no en infraestructuras culturales, en parte, justificado por el presupuesto ajustadísimo con el que contaba la organización. Se puede decir que la Olimpiada Cultural dejó un legado que se vio materializado posteriormente a través de un seguido de instalaciones culturales como son el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA) o el El Born. Centre de Cultura i Memòria, entre otros.
Por otro lado, en palabras de su directora Maragarita Obiols, uno de los legados más importantes que dejó la Olimpiada Cultural fue la de convertirse en una escuela de gestores culturales, una tradición que no existía anteriormente y que propició que el personal de OCSA entrará dentro de las estructuras de gestión cultural. Un talento preexistente y que el proyecto olímpica hizo germinar.
Homenaje
Han pasado treinta años desde que se celebraron los Juegos Olímpicos de Barcelona’92 y treinta y cuatro desde la inauguración de la Olimpiada Cultural. Dentro del programa de conmemoración de los 30 años de Barcelona’92, desde el Museo Olímpico y del Deporte Juan Antonio Samaranch se ha dedicado una exposición temporal, en la cual se rinde homenaje a aquel proyecto sin precedentes.
También se ha dedicado una monografía de Aula de Historia, la cual podéis descargar gratuitamente para saber más sobre la Olimpiada Cultural, muchas veces olvidada por el éxito que resultó ser la organización de Barcelona’92, pero que la ciudad tiene mucho que agradecer, sobretodo a los artífices de aquel ambiciosos programa.
Luis Sánchez
@luisSlopez21